nunca he visto una pelicula de gaspar noe,
pero me llamo mucho la atencio lo que se habla de el."...en todo caso, había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío."
Ernesto Sábato, El túnel.
Este joven cineasta, nacido en la Argentina hace exactamente cuarenta años, es la figura más promisoria y polémica del nuevo Cine Francés. Para el que escribe es el cineasta del futuro, y apuesto en su lente, la gran película que retrate nuestros tiempos violentos. Las que ha desarrollado hasta el momento son una prueba palpable, asombrosa, del gran talento que posee. Su rostro es el de un hombre duro y melancólico, cruzado por una mirada afiebrada, adolorida. Es completamente calvo y se atraganta con las palabras mientras habla, en un perfecto dialecto bonaerense. Su último filme, Irreversiblé -2002-, fue virtualmente despedazado en el reciente festival de Cannes. Se le dijo de todo, que era un chauvinista, un amoral, un homofóbico, hasta se le trató de fascista...
Noé, en su corta pero fecunda carrera, ha producido y dirigido las siguientes películas: Carne -1991-, Seul contre tous -1998- y Sodomites -1998-. De las mencionadas, nada más que la segunda, Solo contra todos, ha sido proyectada en Chile. Fue durante el año 2000, en el desaparecido Cine Arte AIEP, aquella pequeña sala de la calle Miguel Claro.
Solo contra todos es una cinta formidable, cruel, brutal, inconmensurablemente bella, con el Amor y el Hombre enaltecidos hasta decir basta. Ese final, el de nuestro amigo carnicero abrazando a su hija, y diciéndole, "...en realidad nada importa. Sólo que te quiero, que nos queremos. Eso es todo.", es una bofetada a la ciencia Moral que se derrumba y cae en pedazos, también a su imposibilidad de contener el impredecible corazón humano. Noé pareciera decirnos que quizás la alegría, el afecto que tanto necesitamos, o la felicidad que tanto buscamos, puede estar agazapada y escondida también en la abyección, en lo reprobable por naturaleza, en la simple satisfacción de nuestros más ocultos deseos y requerimientos. Aquí, la polaridad, entre Belleza como búsqueda de la armonía, y la Agresividad como violencia impulsiva, adquieren visos casi demoníacos en el conflicto interno que avasalla al protagonista. Porque, por una parte, se intenta justificar el incesto, en tanto que es la redención de un hombre solo y atormentado. Por la otra, el Director nos enrostra que ante la miseria y la fragilidad de un ser humano necesitado de cariño, ¿qué razones sinceras podemos objetar? ¿Qué argumentos siniestros podemos siquiera enarbolar? ¿Alguien puede lanzar, acaso, la primera piedra?
Gaspar Noé
Las cintas de Noé son molestas precisamente por ello: muestran, con un realismo que asusta, los monstruos que hemos ayudado a crear entre todos. El reconocimiento social es un escupitajo en pleno rostro, es el reflejo de un vampiro que no alcanza a refugiarse antes de que el sol aparezca. Y para toda comunidad, sus bajezas y miserias son dagas punzantes que, ojalá, permanezcan siempre ocultas, a baja luz.
Los críticos observan en Noé las influencias de Jean Luc Godard y Claude Chabrol. Bien mirado, desde un punto de vista estrictamente cinematográfico, no colocaría objeción alguna a esa precisión. Pero, si por sus temáticas y técnicas narrativas debiéramos entregar un diagnóstico, diría que estas entroncan con grandes de la Literatura Universal como Louis Ferdinand Céline, Ernesto Sábato y Leopoldo Marechal, el soberbio autor de "Adán Buenos Aires". En Solo contra todos la influencia de Céline es indudable, siempre está presente, como una sombra inquieta. Viaje al fin de la noche y Muerte a crédito alientan el estilete de Noé, lo agudizan y le regalan conocimientos, lo hacen más peligroso. Lo revelan sus violentos cambios de giro, sus acercamientos morbosos, su frialdad implacable. El carnicero encerrado en su laberinto podría fácilmente resultar el cobarde que quiere huir de la guerra en la obra magna de Céline, o bien, su alter ego lascivo, tierno y autodestructivo, de Muerte a Crédito. Podemos hallar el margen sensible del personaje de Noé en el complejo Juan Pablo Castel que, a final de cuentas, encarna la persecución de lo imposible, el regreso a la inocencia de la infancia, al vientre inmaculado de nuestra madre. Es la búsqueda del A-MOR, del absoluto, de Dios…
El escándalo que provocó Irreversiblé, quizás haga difícil, sino imposible, su estreno en nuestras salas. No obstante, navegando por el ciber espacio, pude leer una interesante entrevista realizada a Gaspar Noé, a propósito de las reacciones provocadas por la cinta que lleva su firma, ahí, decía, "La película describe el vínculo ancestral entre la herida y la venganza. La venganza es irreversible. Como la herida. Como todo acto. Como todas las cosas. Como las reacciones que este film provocará. El tiempo todo lo revela. Sólo existe dentro de nosotros y nosotros existimos por él. Cada uno con su flecha. Entre otras flechas. Dentro de una flecha mayor, en un caos multi-dimensional al que nada le importa; ni nosotros, ni nuestras heridas, ni nuestra venganza, ni esta película…"