gonzalo rojas como el punto de partida
para ayar una voz propia en la poesia.
Hacía mucho que yo no leía poemas tan intensos, palabras cargadas de la verdad de este mundo y quemadas por el roce del otro. Poesía en los límites y de los límites. (Octavio Paz)
poema de gonzalo rojas;
Al silencio
Oh voz, única voz: todo el hueco del mar,todo el hueco del mar no bastaría, todo el hueco del cielo, toda la cavidad de la hermosura no bastaría para contenerte, y aunque el hombre callara y este mundo se hundiera oh majestad, tú nunca, tú nunca cesarías de estar en todas partes,porque te sobra el tiempo y el ser, única voz, porque estás y no estás, y casi eres mi Dios, y casi eres mi padre cuando estoy más oscuro.
De Contra la muerte, 1964.
Carbón
Veo un río veloz brillar como un cuchillo, partirmi Lebu en dos mitades de fragancia, lo escucho, lo huelo, lo acaricio, lo recorro en un beso de niño como entonces, cuando el viento y la lluvia me mecían, lo siento como una arteria más entre mis sienes y mi almohada.
Es él. Está lloviendo.Es él. Mi padre viene mojado. Es un olor a caballo mojado. Es Juan AntonioRojas sobre un caballo atravesando un río.No hay novedad. La noche torrencial se derrumba como mina inundada, y un rayo la estremece.
Madre, ya va a llegar: abramos el portón, dame esa luz, yo quiero recibirlo antes que mis hermanos. Déjame que le lleve un buen vaso de vino para que se reponga, y me estreche en un beso, y me clave las púas de su barba.
Ahí viene el hombre, ahí viene embarrado, enrabiado contra la desventura, furioso contra la explotación, muerto de hambre, allí viene debajo de su poncho de Castilla.
Ah, minero inmortal, ésta es tu casa de roble, que tú mismo construiste. Adelante: te he venido a esperar, yo soy el séptimo de tus hijos. No importa que hayan pasado tantas estrellas por el cielo de estos años, que hayamos enterrado a tu mujer en un terrible agosto, porque tú y ella estáis multiplicados. No importa que la noche nos haya sido negra por igual a los dos.-Pasa, no estés ahí mirándome, sin verme, debajo de la lluvia.
De Contra la muerte, 1964.
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cuando lo leemos a gonzalo rojas se queda en la memoria sus palabras
y su unica voz mesclada con su asma,
pero lo que mas se queda:
que pasa es que no tenenemos talento,
lo que pasa es que no tenemos talento...